Soñaba con bucear. Con salir de pesca. Con visitar Moscú. Soñaba con despertar un día y tenerlo todo. Saberlo todo. Poder hacer lo que quisiera. Despertar y de repente tener un piano. Uno de cola y blanco. Saber tocarlo con maestría. Conocer a la perfección sus notas. Soñaba con despertar y encontrarme dibujando con gran habilidad. Enfrentarme al papel y no hacer garabatos. Darle forma, sombra y matiz a mis mamarrachos. Soñaba con encontrar también que el teatro me era nato. Que podía interpretar cualquier rol. Que podía sacar mis lágrimas sin el menor esfuerzo. Una gran risotada y una mirada perspicaz. Soñaba con hacerlo todo. Serlo todo. Saber más. Intuir menos. Soñaba con tirarme en la hierba. Con escribir un gran cuento. Soñaba con un verbo. Ése que no encontraba espacio en mis tardes aburridas. Ése que parecía huirle a mi horizontal existencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario