miércoles, 17 de julio de 2013

Invisible.














Llego a casa. Unos tipos reparan las escaleras. Subo casi en un pie y me las arreglo para no ensuciarme de cemento. Abro la puerta con esfuerzo. Mi llave está algo torcida. Me quito el abrigo. Dejo los guantes en la mesita. Enciendo la radio. Hablan del concierto de esta noche. No puedo creer que la gente sea tan tarada. Prefieren apretujarse hasta el cansancio que quedarse en casa. Leer un buen libro. Dormir un poco. Llueve bastante. Es viernes y llueve bastante. Mamá llama de su oficina. Pregunta si he comido algo. Le contesto que no tengo ganas. Que tomaré una siesta. Me dice que me ama. Que llegara tarde esta vez. Respiro hondo y le digo que "esta vez" es siempre. Me dice ¡Bastante tengo ya con el trabajo! Luego cuelga bruscamente.
Me arropo y cierro los ojos. Me miento a mi misma. No tengo ganas de dormir. Pienso en la fórmula. En cómo hacer que funcione. En qué hacer mientras la estabilizo. En dónde utilizarla primero. Cuando sea invisible vigilaré a mamá. No sé por qué tarda tanto. No sé quién toma ahora el lugar de papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario